Cuenta la leyenda, que unos jóvenes enamorados separados por la guerra prometieron que cuando él volviera, su amada pondría en el viejo roble donde se besaron por primera vez una cinta amarilla, de tal forma el sabría que ella aún lo amaba. El soldado al llegar, se encontró con todos los árboles llenos de cintas amarillas, dando paso a la hermosa leyenda que los artesanos de Horcón quisieron homenajear construyendo el “Puente de los deseos” donde uno puede amarrar una cinta como símbolo de unión con la siguiente frase: “Con esta cinta amarro mi vida a la tuya, prometo amarte, cuidarte y respetarte sea el sol nuestro padre y el mar testigo de nuestro amor». ¿Te animas?
Horcón
Desde su inauguración el año 2012, este museo ha sido punto de atracción obligado para los amantes de los automóviles.
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